Lipedema vs. linfedema: ¿cómo distinguirlos?

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La razón por la que el diagnóstico correcto puede cambiarlo todo Escrito por John Hogg, MD, DABR, DABVLM, RPVI, RPhS, RVT, RVS CEO y fundador de Medical Vein Clinic TM

Publicado por primera vez en la revista San Antonio Woman el 5 de agosto del 2025

Imagínese lo siguiente: ya ha consultado a tres médicos diferentes por hinchazón persistente en las piernas, recibió diagnósticos diferentes y sigue luchando contra las molestias diarias que la afectan en todos los aspectos de su vida, desde cómo se viste para el trabajo hasta sus paseos nocturnos. ¿Le suena conocido?

En Medical Vein Clinic TM , vemos este escenario todas las semanas. Los pacientes llegan frustrados, confundidos y desesperados por obtener respuestas después de que han consultado a varios profesionales de la salud que achacaron los síntomas a “retención de líquidos” o los clasificaron como afecciones que en realidad no padecen. La verdad es que distinguir entre lipedema y linfedema requiere conocimientos especializados que muchos profesionales de la salud simplemente no han desarrollado.

Después de tratar a miles de mujeres de San Antonio con afecciones linfáticas y vasculares, he visto cómo un diagnóstico erróneo produce una cascada de tratamientos ineficaces, facturas médicas cada vez más elevadas y años de sufrimiento innecesario. La buena noticia es que, una vez que usted comprenda realmente a qué se enfrenta, ambas afecciones son muy controlables con el abordaje adecuado.

Una confusión costosa

Tanto el lipedema como el linfedema producen hinchazón de las piernas capaz de afectar su comodidad y confianza diarias. Ambas afecciones pueden hacer que se sienta insegura por su aspecto y limitar sus actividades. Sin embargo, tienen causas fundamentales diferentes, siguen patrones de progresión distintos y responden a estrategias de tratamiento completamente diferentes.

La confusión suele comenzar cuando los pacientes consultan a profesionales de la salud sin formación especializada en enfermedades linfáticas. Muchos médicos bienintencionados no han tenido una amplia exposición a estas afecciones, lo que los lleva a hacer conjeturas bien fundamentadas pero que no son diagnósticos precisos. Esta incertidumbre en el diagnóstico crea un efecto dominó: un diagnóstico erróneo conduce a tratamientos ineficaces, síntomas persistentes y frustración creciente.

Comprender el linfedema: una falla del sistema de drenaje

El linfedema se produce cuando el líquido linfático se acumula en los tejidos debido a un drenaje deficiente. Aunque la causa más frecuente de esta afección en los Estados Unidos es la insuficiencia venosa prolongada sin tratar, el linfedema también puede desarrollarse tras un episodio desencadenante específico, como una cirugía que afecte los ganglios linfáticos, los tratamientos con radiación, las infecciones o los tratamientos contra el cáncer.

El vínculo con el cáncer de mama

Un patrón que se ve a menudo es el de las supervivientes de cáncer de mama. Cuando los cirujanos extirpan los ganglios linfáticos de las axilas o la radiación crea tejido cicatricial, se interrumpe la vía de drenaje principal de los brazos, el pecho y el tejido mamario. Los estudios indican que hasta un 20 % de las supervivientes de cáncer de mama desarrollan linfedema, a menudo meses o incluso años después del tratamiento.

El aspecto más difícil del linfedema es su evolución impredecible. Algunas mujeres notan hinchazón inmediatamente después del tratamiento contra el cáncer, mientras que otras desarrollan síntomas décadas más tarde, a menudo causados por el aumento de peso, la inflamación o la reducción del grado de actividad.

Desafortunadamente, los síntomas tempranos del linfedema suelen descartarse como “efectos normales del tratamiento” o “retención de líquidos”, lo que permite que la afección empeore cuando una intervención temprana podría prevenir complicaciones importantes.

Reconocer el lipedema: los signos reveladores

El lipedema presenta características distintivas que facilitan el diagnóstico una vez que se comprenden.

Prueba del pie: es el indicio más confiable para el diagnóstico. El lipedema suele detenerse en los tobillos. Los pies y los dedos de los pies mantienen su tamaño normal, mientras que las piernas se ensanchan de forma desproporcionada. También puede presentarse un ensanchamiento que comienza en la rodilla y se extiende hacia arriba, con afectación ocasional de las caderas e incluso los brazos.

Cómo se siente: las zonas afectadas por el lipedema se sienten bastante diferentes de aquellas con hinchazón típica. El tejido adiposo suele contener unos cuantos nódulos dispersos y palpables que se sienten como “uvas”.

Además, muchos pacientes describen una hipersensibilidad atípica o molestias ante una presión ligera.

Patrón simétrico: el lipedema suele afectar ambas piernas por igual, lo que crea un aspecto simétrico. Este aspecto contrasta con el del linfedema, el cual puede ser unilateral o asimétrico.

Lipedema: un trastorno hereditario del tejido conjuntivo de la mujer

Herencia: el lipedema suele afectar a todas las mujeres de una misma familia, pero con cierta variabilidad en cuanto a la gravedad y la distribución. Por el contrario, el linfedema suele ser adquirido, aunque también puede ser congénito.

Tejido conjuntivo más débil: las paredes de las venas tienden a distenderse de forma más rápida en el lipedema, lo que ocasiona una mayor acumulación de líquido en los tejidos. Este exceso de líquido ejerce presión sobre el sistema linfático, el cual también se distiende con más rapidez, lo que contribuye a una mayor acumulación de líquido.

Acumulación de líquido en los tejidos: la mayor acumulación de líquido también contribuye al aumento tanto del tamaño como del número de células grasas en la zona afectada, las cuales se comportan de forma diferente a como lo hacen en otras afecciones.

Por qué el diagnóstico preciso puede cambiarlo todo

La importancia de un diagnóstico preciso va mucho más allá de la curiosidad médica. El linfedema y el lipedema requieren abordajes terapéuticos fundamentalmente diferentes. La terapia de compresión que ayuda a los pacientes con linfedema puede proporcionar solo un mínimo beneficio a quienes padecen lipedema. Las cirugías que son eficaces para el tratamiento de lipedema no tratan las deficiencias del sistema linfático.

Lo más importante es que un diagnóstico erróneo hace perder tiempo muy valioso. Ambas afecciones empeoran con el tiempo, lo que significa que una intervención temprana y adecuada proporciona los mejores resultados a largo plazo. Los tratamientos inadecuados durante años permiten que los síntomas empeoren de manera innecesaria.

Ventajas de acudir a un especialista

El Dr. Joshua Trock, DPT, RVT, CLT-LANA, dirige nuestro equipo de atención linfática con más de una década de experiencia especializada. Su experiencia en enfermedades linfáticas lo ha convertido en un ponente y experto en la materia reconocido a nivel nacional. La afiliación de Medical Vein Clinic TM a la National Lymphedema Network refleja nuestro compromiso con la atención especializada que los médicos generales simplemente no pueden proporcionar.

Cuando usted acude a especialistas que diagnostican estas afecciones de forma habitual, recibe una evaluación precisa desde la primera consulta, planes de tratamiento específicos que realmente funcionan y acceso a técnicas avanzadas que no están disponibles en los consultorios de atención primaria.

Su plan de acción

Comprender estas diferencias clave le permite buscar la atención adecuada y exigir un diagnóstico preciso.

Registre sus síntomas: observe si la hinchazón de los pies se acompaña de síntomas en las piernas, ya que esta simple observación suele determinar el diagnóstico correcto. Preste atención a los patrones de los síntomas: ¿La inflamación empeora con la actividad, el calor o determinadas posturas?

Evalúe la sensibilidad: observe si las zonas afectadas se sienten hipersensibles o diferentes de la hinchazón habitual que ha presentado.

Revise sus antecedentes médicos: ¿los síntomas comenzaron después de una cirugía, un tratamiento contra el cáncer o una lesión? ¿O se desarrollaron de forma gradual sin desencadenantes claros?

Busque atención médica especializada: elija profesionales de la salud que diagnostiquen y traten trastornos linfáticos de manera habitual, en lugar de esperar que los profesionales de la salud de atención primaria reconozcan estas afecciones de especialidad.

Su camino hacia adelante

Si presenta hinchazón inexplicable en las piernas o sospecha que recibió un diagnóstico erróneo, acudir a un especialista en el sistema linfático por fin podría darle la claridad que ha estado buscando. Las diferencias que se describen aquí representan solo la base de una evaluación exhaustiva. Para establecer un diagnóstico adecuado, es necesario que los profesionales de la salud con experiencia evalúen a la paciente y comprendan las sutiles pero cruciales diferencias entre estas afecciones. Tanto el lipedema como el linfedema responden bien al tratamiento adecuado cuando se identifican de forma correcta. La clave está en asegurarse de saber exactamente qué es lo que se está tratando antes de invertir tiempo y energía en el abordaje de tratamiento.

No permita que la confusión en el diagnóstico le robe meses o años de comodidad y confianza. El camino hacia un tratamiento eficaz comienza por obtener las respuestas correctas sobre lo que en realidad ocurre con sus piernas.

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