Cuando la cura deja heridas: la relación oculta entre el cáncer de mama y el linfedema

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Por John Hogg, MD, DABR, DABVLM, RPVI, RPhS, RVT, RVS

Fundador de Medical Vein Clinic™

Cuando Rebecca T. terminó su tratamiento contra el cáncer de mama, pensó que lo difícil ya había pasado. Cinco años después, notó que algo no iba bien. Su brazo derecho empezó a hincharse, primero lentamente, luego con alarmante rapidez. El dolor constante se convirtió en un dolor profundo y persistente. Lo que pasó después fue una estancia inesperada en el hospital y un diagnóstico del que nadie le había advertido: linfedema.

Alteración del sistema linfático

“El linfedema es una de las complicaciones que no se consideran con frecuencia en el tratamiento contra el cáncer”, afirma el Dr. Joshua Trock, doctor en fisioterapia y especialista en linfedema de Medical Vein Clinic™. “Es especialmente frecuente entre las supervivientes de cáncer de mama, sobre todo en aquellas que han sufrido extirpación de ganglios linfáticos o han sido tratadas con radiación”.

El linfedema se desarrolla cuando se lesiona la red natural de eliminación de residuos del cuerpo, es decir, el sistema linfático. Los tratamientos contra el cáncer, como la extirpación de ganglios linfáticos y la radioterapia, pueden dificultar el flujo linfático, lo que permite que se acumule líquido y se desarrolle hinchazón. A menudo, el linfedema comienza de forma sutil como una sensación de pesadez en la extremidad, una manga que de repente se siente apretada o un reloj que se siente muy ajustado.

Con el tiempo, la hinchazón puede hacerse más visible y persistente. Sin tratamiento, la zona afectada se vuelve más vulnerable a las infecciones, las cuales pueden agravarse rápidamente y requerir hospitalización. En algunos casos, algo tan leve como una picadura de insecto, un corte o incluso un procedimiento dental puede desencadenar una infección franca si las defensas inmunitarias están deterioradas.

Una enfermedad que puede durar años

El linfedema afecta al menos a tres millones de estadounidenses. La mayor incidencia se observa tras la cirugía del cáncer de mama, en particular entre las pacientes que reciben radioterapia tras la extirpación de los ganglios linfáticos axilares. Muchas de estas personas desarrollarán linfedema relacionado con el cáncer de mama.

El linfedema relacionado con el cáncer de mama es una de las complicaciones secundarias más preocupantes y prevalentes de los tratamientos del cáncer de mama. “Las investigaciones indican que aproximadamente el 25 % de las pacientes desarrollan linfedema tras la cirugía del cáncer de mama. No obstante, en quienes también reciben radioterapia, el desarrollo de linfedema aumenta hasta el 38 %”, de acuerdo con la revista Physical Therapy Journal de la Asociación Estadounidense de Fisioterapia.

El linfedema no siempre aparece de inmediato. Puede hacerlo semanas, meses o incluso décadas después del tratamiento del cáncer. Los estudios estiman que hasta 1 de cada 5 supervivientes de cáncer de mama desarrolla algún tipo de linfedema, a menudo exacerbado por la inflamación, el aumento de peso o la falta de movimiento.

Desgraciadamente, esta enfermedad suele pasarse por alto o diagnosticarse de manera errónea, incluso por parte de los profesionales de la salud bienintencionados. A muchas pacientes se les dice que simplemente “retienen agua” o que experimentan las molestias normales tras el tratamiento, cuando en realidad están mostrando los primeros signos de una enfermedad progresiva.

Si no se controla, el linfedema puede durar toda la vida. La buena noticia es que, si la detectamos a tiempo y la tratamos de forma adecuada, las pacientes pueden sentirse cómodas y se puede reducir la hinchazón y evitar complicaciones más graves.

Detección de los primeros síntomas

Incluso si usted no tiene hinchazón, póngase en contacto con su médico si presenta hormigueo o sensaciones extrañas en el brazo después de la intervención. Si se siente incómoda, solicite que la deriven a un especialista en el tratamiento del linfedema. El linfedema suele comenzar con los siguientes síntomas:

  • Sensación de tirantez o pesadez en el brazo o la mano
  • Hinchazón que aparece y desaparece
  • Dolores, comezón o cambios en la piel
  • Menor flexibilidad o molestias en la extremidad afectada
  • Las infecciones suelen cursar con enrojecimiento y manchas en la piel, fiebre o escalofríos. Si nota alguno de estos síntomas, no espere más. Un tratamiento rápido puede evitar complicaciones graves.

Reducción del riesgo con estrategias reales

Las pacientes no tienen por qué vivir con miedo, pero sí deben ser precavidas. Evite lesiones en la extremidad afectada: no realice trabajo de jardinería intenso, evite los masajes profundos en el brazo afectado y tenga cuidado con las manicuras.

Para las personas en riesgo, son esenciales el cuidado proactivo de la piel y la prevención de lesiones. Algunos cambios sencillos como usar guantes al cocinar o trabajar en el jardín, usar repelente de insectos y evitar las joyas apretadas pueden ayudar a proteger las zonas vulnerables. Las mangas de compresión deben considerarse durante los viajes en avión o la actividad física.

Mantenerse activa, con la orientación de su médico, es crucial para controlar la hinchazón. Aunque pueda parecer contradictorio, el ejercicio moderado puede mejorar la circulación de los líquidos y mantener la fuerza y la flexibilidad, mientras que evitar el movimiento podría empeorar la hinchazón. Mantener la sangre en flujo y el cuerpo en movimiento por lo general es beneficioso para todo lo relacionado con los sistemas circulatorio y linfático.

Tratamiento del linfedema en Medical Vein Clinic™

Medical Vein Clinic™ en San Antonio tiene uno de los pocos programas integrales de linfedema en Texas reconocido por la Red Nacional de Linfedema. Nuestro equipo multidisciplinario adopta un abordaje integral del tratamiento que combina tecnología de vanguardia con una atención personalizada.

Los planes de tratamiento pueden incluir lo siguiente:

Terapia de compresión: la compresión es esencial para tratar el linfedema. Los fisioterapeutas utilizan vendajes especiales para reducir la hinchazón, además de prendas de compresión para mantener tal disminución.

Entrenamiento físico: estrategias de movimiento seguras para estimular el flujo linfático.

Instrucción sobre el cuidado de la piel: cuidados preventivos para reducir el riesgo de infección. Somos los líderes en la atención general del linfedema de nuestros pacientes. Es importante evaluar las venas subyacentes. La principal causa de linfedema en este país se debe a muchos años de enfermedad venosa no tratada (reflujo o insuficiencia venosa). En los países menos desarrollados, la principal causa son los parásitos. Podemos tratar estas venas si muestran anomalías. Una vez tratadas, hay menos pérdidas de líquido en las piernas, el cual se suma al exceso de líquido que causa el linfedema. Dicho de otra forma: menos “leña”, menos “fuego”.

Estar informada marca la diferencia

Muchas supervivientes de cáncer de mama nunca reciben una formación adecuada sobre el linfedema. La concienciación es el paso más importante para prevenir complicaciones a largo plazo. Cualquier paciente a la que se le hayan extirpado o irradiado ganglios linfáticos debería plantearse una evaluación con un fisioterapeuta certificado en linfedema, incluso si no presenta síntomas.

Puede que el linfedema no aparezca en los titulares, pero afecta la calidad de vida de formas muy tangibles. Mediante una detección temprana, una atención experta y un plan proactivo, las pacientes pueden controlar esta afección de manera eficaz y seguir con su vida con confianza.

Acerca de Medical Vein Clinic™

Medical Vein Clinic™ en San Antonio se especializa en enfermedades venosas, arteriales y linfáticas y se enorgullece de estar afiliada a la Red Nacional de Linfedema. El Dr. John Hogg, MD, DABR, DABVLM, RPVI, RPhS, RVT y RVS, es un radiólogo certificado especializado en radiología vascular e intervencionista y es el CEO y fundador de Medical Vein Clinic™. Con más de 30 años de experiencia, dirige un equipo de expertos con un abordaje centrado en el paciente que proporciona una atención avanzada y compasiva a quienes padecen linfedema o corren el riesgo de padecerlo. Para obtener más información, visite www.medicalveinclinic.com o llame al 210-622-8000 para agendar una evaluación.

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